El éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos día tras día.

Todo suma
Todos tenemos un sueño, algo que deseamos realmente, pero no llegamos a conseguirlo porque abandonamos con las primeras dificultades o porque nos desanimamos ante el gran esfuerzo que debemos realizar.
Si queremos conseguir nuestro sueño, si queremos alcanzar el objetivo, debemos descomponerlo en pequeños trozos y atacarlos de uno en uno. Realizaremos ese pequeño esfuerzo día tras día tras día,… hasta conseguirlo.
Para hacer a pie el Camino de Santiago o cualquier otra ruta larga no tratas de terminarlo todo de un tirón. Lo que haces es dividir el camino en etapas adecuadas a tus posibilidades y terminar una cada día. Y así, día tras día alcanzas el objetivo. Ese es el secreto para alcanzar cualquiera de tus sueños !!
Divide tu sueño en pequeños trozos
Es necesario dividir nuestro objetivo en pequeños trozos que nos vayan acercando a él, como los peldaños de una escalera. Superar cada uno de esos peldaños nos hará saber que vamos en la dirección correcta y nos animará a seguir ascendiendo. Recuerda que alcanzar tu sueño puede ser una larga y empinada escalera, pero tú decides el tamaño de los peldaños. Si los haces del tamaño adecuado podrás ir ascendiendo poco a poco, pero sin detenerte ni caer, hasta llegar a la cima.
Aclara y concreta tus objetivos. Divide el recorrido en pequeños tramos. Así podrás alcanzarlos caminando hacia ellos con constancia y esfuerzo.
Dedica unos minutos cada día
Al final de cada día dedica unos minutos a reflexionar sobre lo que has hecho ese día para acercarte a tu objetivo y planificar el pequeño esfuerzo del día siguiente. Te darás cuenta de cómo vas avanzando en la dirección correcta. Y si no es así lo descubrirás rápidamente para solucionarlo. Recuerda siempre que el éxito es algo que se planifica.
¿Qué pasa si no avanzo?
En ese análisis diario puede que descubras que llevas uno o varios días sin realizar ese pequeño esfuerzo que te acerca a tu objetivo. Eso puede ser por dos razones:
- Quizá el objetivo no te interesa tanto como pensabas
- En ese caso deberías replantearte el objetivo o buscar uno nuevo que te motive lo suficiente
- Que el esfuerzo que debes hacer sea muy grande
- En este caso, vuelve a dividirlo en esfuerzos todavía más pequeños que puedas ir realizando día a día.
Divide y vencerás
Modifica o elige un nuevo objetivo y divídelo en esfuerzos que puedas ir alcanzando poco a poco. El secreto para llegar a la cima es no detenerse nunca. Ocurre lo mismo que al montar en bicicleta. Si dejas de pedalear y avanzar te caes. No te detengas y si eso te ocurre, levántate, sacúdete el polvo y vuelve a pedalear todavía con más energía.
¿Eres cobarde, perezoso, débil o campeón?
El éxito es la suma de pequeños esfuerzos, repetidos día tras día.
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